‘Rechazamos que se politice un tema tan importante y los dobles raseros’, dijo el nonagenario dictador africano

En Zimbabue, la homosexualidad está penada por una ley del año 2013, cuando el presidente llegó a decir: ‘merecen ser castrados’

  • EL MUNDO

El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, clamó su heterosexualidad, y quizás la de su propio pueblo entero, desde el atril de la 70ª Asamblea General de la ONU: “¡No somos gays!”, exclamó, en lo que pareció una improvisación dentro de su discurso.

Mediada su intervención, Mugabe, de 91 años y de una famosa religiosidad chapada a la antigua, trataba de argumentar el rechazo de su Gobierno a la normalización de las relaciones homosexuales. Este tipo de prácticas están perseguidas en su país por una ley, llamada de Delitos sexuales, que prohíbe no sólo el matrimonio entre personas del mismo género, sino las mismas relaciones sexuales.

“Rechazamos la politización de este tema tan importante y la aplicación de un doble rasero para victimizar a los que piensan y actúan de forma independiente a las normas de nuestro país”, dijo. “Igualmente rechazamos todo intento de prescribir nuevos derechos contrarios a nuestros valores, normas, tradiciones y creencias”, añadió.

Fue entonces cuando, tras una pausa, el nonagenario dictador espetó: “¡No somos gays!” Algunas risas veladas, y tímidos aplausos se escucharon en el salón de la Asamblea General…

La homosexualidad es ilegal en Zimbabue, la citada ley de Delitos Sexuales prescribe penas efectivas desde el año 2013, y Mugabe no ha ocultado nunca su desprecio para los homosexuales, de quienes dijo ese mismo año: ” Los hombres que participen en ese tipo de prácticas merecen ser castrados”. Y, abundando en su personalísima religiosidad, añadió: “La Iglesia dice que la homosexualidad es una abominación. Si por mí fuera, me aseguraría de que todos los gays fueran derechos al infierno y allí se pudrieran“.

Cuando el pasado mes de julio, la Corte Suprema de Estados Unidos falló a favor del matrimonio gay, Mugabe dijo que propondría al presidente Barack Obama. “Creo que viajaré hasta allí, me pondré de rodillas y pediré su mano”. “Yo sólo he concluido que desde que el presidente Obama respalda el matrimonio entre personas del mismo sexo también aboga por la existencia de las personas homosexuales. Además, goza de una fisonomía atractiva”, ironizó justificando su jocosa propuesta.

Su diatriba no quedó ahí, y acusó al Gobierno de Estados Unidos de estar dirigido por pervertidos adoradores de Satanás: “No puedo entender cómo esta gente se atreve a desafiar las órdenes explícitas de Cristo como nuestro Señor prohibió a la humanidad de la sodomía“, añadió.

FUENTE: elmundo.es