El festival Sónar ya no le quiere en su cartel, como tampoco le aceptan ya otros festivales con solera del circuito electrónico europeo como Creamfields (Inglaterra), PITCH (Holanda) y Urban Art Forms (Austria). Una publicación de la semana pasada en su página de Facebook, homófoba sin discusión, le ha costado al productor lituano Marijus Adomaitis, más conocido como Ten Walls, ser expulsado de varios de los festivales y clubes en los que tenía contratadas fecha para pinchar en los próximos meses, además de ser repudiado unánimemente por la comunidad internacional de la música de baile.

El ‘post’ de la discordia decía así: “Recuerdo cuando producía música para un artista lituano, y éste intentaba lavarme el cerebro. Me decía que no tenía por qué ser tan conservador e intolerante hacia ellos [los gaIs]. Cuando le pregunté ‘¿y tú qué haría si supieras que a tu hijo de 16 años su novio le está perforando el circulito marrón?’ Bueno, entonces se calló. Añoro los 90, cuando esta gente, esta raza distinta, recibía lo suyo“.

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El comentario no sólo demostraba odio hacia los homosexuales, sino que además los equipara con los pederastas. “En una de mis primeras sesiones en Irlanda, de camino al hotel, vi una iglesia con una valla decorada con cientos de zapatos de niño. Como es normal, me pregunté el por qué. Lo que ocurrió es que se había destapado la mentira de un cura, que durante años estuvo violando a los niños del pueblo. Por desgracia, la gente de esta raza distinta sigue haciendo lo que hacía, todo el mundo lo sabe y nadie hace nada al respecto”.

Ten Walls, que desde el año 2013 venía siendo un productor y DJ pujante en la escena europea del house, ha intentado salir al paso de las críticas y el boicot asegurando que fue un error, “completamente fuera de lugar”, y que “no era su intención ofender a nadie”. Afirma también que la decisión de cancelar las actuaciones ha sido suya, algo que desde el propio Sónar se desmiente: Ricard Robles, co-director del festival barcelonés, explica que “se ha tomado la decisión esta mañana, después de conocerse el caso y en consonancia con la reacción del resto de la industria”. Robles añade que en Sónar no hay un código ético, pero que “hay declaraciones como éstas que no son aceptables y no puede ser que en las redes sociales valga todo“.

No hay precedentes de expulsiones de un artista en Sónar por declaraciones de este tipo. Su agencia de contratación, CODA, también ha retirado la ficha de Ten Walls de su página web, dando a entender que prescinde de sus servicios como artista. En las próximas 48 horas, CODA y Sónar anunciarán el nombre del artista que ocupará su lugar en el cartel, en la noche del sábado 20 de junio. Ten Walls, que se ve ahora amenazado por una probable muerte artística -para muchos otros DJs ya es como una especie de apestado-, había ascendido de manera meteórica en el circuito europeo del deep house, sobre todo gracias a ‘Walking with elephants’, que se convirtió en uno de los hits más poderosos de la temporada de verano de 2014.

Lo paradójico de todo este asunto es que una soflama homófoba como la suya suceda dentro de la familia del house, una música que surgió en los años 80 como forma de expresión y liberación de la comunidad gay negra de Chicago, y que adoptó como uno de sus primeros lemas el acrónimo P.L.U.R.: “peace, love, unity & respect” [paz, amor, unidad y respeto]. Por mucho que hubiera aprobado la práctica en su música, Ten Walls ha demostrado no haber comprendido nada.

 

 

FUENTE: EL MUNDO